¿SON LA EMOCIÓN Y LA RAZÓN IGUALMENTE NECESARIAS PARA JUSTIFICAR LAS DECISIONES MORALES?

Algunos de los tópicos más estudiados y debatidos por el hombre desde los comienzos de su razonamiento filosófico, han sido la emoción y la razón. Éstas juegan un papel importante en la toma de las decisiones morales, pues buscan tener un equilibrio coherente, que se adquiere durante la formación del ser, dependiendo de la cultura en la que cada persona se encuentre sumergido, puesto que la aprobación de algunas de las acciones dependen claramente del tipo de costumbres que se tenga en cada sociedad.
La emoción, la moral y la razón serán estudiadas en este ensayo desde las siguientes perspectivas: la emoción siendo un estado de ánimo con conmoción orgánica inducido por las ideas, sensaciones o recuerdos, que suelen mostrarse en gestos, actitudes u otras diversas formas de expresión; la razón como la habilidad que tiene el ser humano, para realizar deducciones lógicas y acceder al conocimiento del mundo y la moral como el conjunto de costumbres, valores, normas y creencias de una persona o grupo determinado, que actúa como una guía para el comportamiento, que establece los parámetros acerca de lo que es correcto y lo que es incorrecto.
Las decisiones morales son aquellas que implican una posición crítica frente a ciertas situaciones, las cuales requieren un alto nivel de responsabilidad, que afectan al individuo, así como a la comunidad que le rodea.
Tenemos entonces que estas decisiones dependen en gran parte del nivel cognitivo, como también del estado anímico de cada quien, siendo ambos aspectos validos para justificar las decisiones morales.
Para confirmar la hipótesis se debe analizar las emociones y el razonamiento humano, los cuales en determinados momentos influyen en las diferentes decisiones morales.

Retomando nuevamente el tema de la razón, sabemos bien que es una capacidad natural del hombre, que le permite solucionar problemas de forma relativamente satisfactoria. El grado de satisfacción depende de un análisis crítico y argumentativo, según el cual se determina su validez y efectividad en el momento de ser ejecutados. La razón se puede clasificar básicamente en el razonamiento deductivo y razonamiento inductivo.
El razonamiento deductivo nace de las perspectivas aristotélicas y platónicas, basadas en la lógica primaria, la cual es deductiva y no inductiva. Por lo cual tendríamos que las leyes universales pueden descubrirse por el pensamiento del ser humano, sin la necesidad de mirar otros casos particulares, para crear nuevas leyes. Cuando se usa solamente la lógica deductiva, pueden obtenerse errores, debido que se abandona la observación de algunos aspectos importantes. Si por ejemplo yo atravieso una ciudad cuyas calles se encuentran sucias y con alto numero de indigencia, con esa información puedo pensar que toda la ciudad es así. Es un caso claro de razonamiento deductivo, ya que son el juicio a raíz de las primeras impresiones.
De esas deficiencias aparece el razonamiento inductivo, que es el estudio de descifrar una generalización o alguna ley basada en observaciones, en el cual se incluye al razonamiento básico de la investigación científica, sumado, cuando es necesario, a la deducción. Siendo así motivo del éxito y la certeza de los modelos científicos actuales y a su vez el método confiable que permite el desarrollo de avances.
Otros de los factores importantes de la razón, que cabe mencionar, es la capacidad de análisis, y de reflexión, con la cual tenemos la habilidad de aprender de nuestros errores, y no volver a cometerlos, situación por la cual se aumenta la capacidad de hacer determinaciones a lo largo de la vida. Este factor esta estrechamente relacionado con las emociones, puesto que depende de cuan fuerte fue una experiencia y de que manera nos vemos afectados, para poder hacer una reflexión productiva y saber que hacer, si se presenta una situación similar y no salir igualmente alterados emocionalmente como en la primera ocasión. Así mismo, del estado de ánimo depende la claridad y la sensatez de los pensamientos frente a las decisiones tomadas. Por ejemplo, cuando yo era más joven, estaba jugando con una vela, pasándole el dedo rápidamente, viendo como este se deslizaba a través de las llamas sin sentir ningún tipo de dolor. Por esta razón lo seguí haciendo por que no pensé que me fuera a ocurrir algo, pero en un momento determinado me queme, y así, finalmente aprendí que no puedo jugar con fuego, por que sencillamente puede ser peligroso.
Tenemos entonces que las emociones se relacionan directamente con los sentimientos del ser humano. Gracias a estas sensaciones tenemos diferentes tipos de reacciones, las cuales expresamos por medio de gestos o actitudes, dependiendo de los diferentes legados culturales. Las emociones son particulares en cada individuo, pero no difieren mucho puesto que a través de éstas, podemos comunicarnos o bien sentirnos identificados. Dicha comunicación que se da sin la necesidad de palabras, hace referencia a una herencia común: las emociones básicas y las expresiones que las revelan. Por ejemplo sabemos que hay cierto tipo de ademanes que tienen un significado ofensivo en algunas culturas mientras que en otras puede que no signifique lo mismo, o incluso no signifique nada.
Existen tres tipos principales de emociones, las innatas, las culturales y las cognitivas.
Las emociones innatas o básicas (según Paul Ekman), como su nombre lo indica, son aquellas que no son aprendidas, y son reconocidas universalmente, es decir que se encuentran en todas las culturas, llegan rápidamente y duran muy poco. Ejemplos: dolor, alegría, ira etc. Cuando yo era pequeño, mi padre falleció y al yo enterarme de la noticia instintivamente sentí dolor, el sentimiento ceso después de unos minutos.
Las emociones culturales no son innatas ni universales, puesto que son diferentes en cada una de las culturas. Estas son aprendidas durante la infancia, y se pueden llegar a sentir y vivir de la misma manera que las básicas.
Ahora bien, las emociones cognitivas son menos innatas que las básicas pero más que las culturales. Son mas complejas puesto que duran mucho, no se pueden asociar con una sola expresión facial, se crean de manera gradual y toman mayor cantidad de tiempo para desaparecer. Las emociones cognitivas involucran un gran número de procesos de pensamiento y razonamiento, por eso son afectadas de manera consciente, permitiendo la variación en el ámbito cultural, siendo de todas maneras universales. Tenemos entonces que este tipo de emociones son las más importantes en el momento de tomar una decisión moral, puesto que están ligadas a la razón.
Con base en diferentes estudios se ha demostrado, que la zona del cerebro que se encarga de las emociones del ser humano, es necesaria para tomar decisiones morales. Si se tomaran decisiones teniendo en cuenta solamente la razón, seguramente que estas carecerían de cualquier valor moral. Suponga que esta usted en la estación con otra persona al lado y desde ahí observa que viene el tranvía que va directo hacia un gran numero de personas, y única manera de detenerlo es arrojando a la persona que esta junto a usted sobre las vías del tranvía. ¿Lo empujaría? Según el estudio realizado, la mayoría de las personas encuestadas dice que no seria capaz de empujarlo, aunque desde el punto de vista de la razón o de la lógica, se estarían salvando mas vidas ejecutando esta acción que omitiéndola. Pero personas con daños celébrales tomarían la decisión de empujar a la persona sin ninguna dificultad.[1]
Antonio Damasio de University of Southern California en Los Ángeles ha estudiado el papel que juegan las emociones en la toma de decisiones morales. Concluyen que las personas sanas no se atreven a dañar a una persona así este en juego la vida de muchas más, mientras que individuos con daños en el cortex prefrontal ventromedial (CPVM), que es un área que queda detrás de la frente, lo harían sin ningún problema. Estas toman decisiones perfectamente normales, cuando no tienen ningún índole moral, por ejemplo, decidir que preparar para el desayuno, o situaciones similares. Pero en problemas morales son más propensas que las personas sanas, a dañar a otro ser humano para salvar a otros. [2]
Sabemos que la razón nos permite la formación del conocimiento y a su ves a reconocer a las emociones cognitivas, que se desarrollan a lo largo de la vida por medio de distintos tipos de experiencias. Gracias al conocimiento adquirido podemos decir si una persona tenía las bases para tomar una decisión moral o no. Cuando yo tenia cuatro años no sabia que tomar las cosas de otros sin su permiso era algo malo, pero después de que entendí que hacer eso era irrespetar a los demás, y que por lo tanto estaba mal hecho no lo volví a hacer. Es por eso que también se juzga a las personas mayores de edad distinto que a las que aun no lo son, puesto que se supone que las mayores ya tienen un conocimiento definido y la capacidad de razonar, para saber como comportarse en una sociedad, mientras que los menores aun están siendo educados, siguen bajo la responsabilidad de sus padres.
Tenemos entonces esta conexión de dos aspectos, la emoción nos guía moralmente mostrándonos la capacidad de actuar, haciendo que sintamos que una acción esta bien o mal obrada, por ejemplo se siente el cargo emocional cuando se comete un asesinato, y la razón que nos permite desarrollar un conocimiento que nos guía y nos permite tener bases para tomar decisiones. Con esto confirmo que las decisiones morales se deben tomar teniendo estos dos aspectos en conjunto, y por lo tanto son igualmente necesarias para justificar la toma dichas decisiones.

Número de palabras: 1591

BIBLIOGRAFÍAS

· http://neofronteras.com/?p=839 Vista por última vez el 01-11-2007
· es.wikipedia.org/wiki/Razón_(filosofía) 30-10-2007
· ANZOLA Leonor. Prof. Titular del área de Teoría del conocimiento del Colegio Alemán, Presentación de Microsoft PowerPoint, Emoción la ciencia del sentimiento
· http://www.aebioetica.org/rtf2/02Ferrer.rtf
· http://www.ediuoc.es/libroweb/3/24_8.htm
· http://www.bioeticaweb.com/content/view/43/41/
· http://www.grupometodo.org/social.pdf
· GRAN DICCIONARIO ENCICLOPEDICO VISUAL; Edicieones Zamora ltda. Programa educativo visual. Página 461 “emoción” ISBN: 958 642 045 0
· NUEVO ESPASA ILUSTRADO 2000; editorial Epas. Página 1442 ”razón”. ISBN: 84 239 9632 8
[1] http://neofronteras.com/?p=839
[2] Ibíd.

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